

Marina Daiez inauguró una obra especialmente comisionada para la sala 304. Es una instalación artística que funciona simultáneamente como sala de exhibición y espacio de reparo, ocio y encuentro. La sala propone una relación distendida con el propio cuerpo, con un imaginario fantástico en un entorno sonoro envolvente. Te invita a detenerte, contemplar, leer un libro, registrar el propio estado de ánimo y brindarte un espacio de descanso improductivo. La sala está pensada especialmente para recibir personas con diversidades perceptivas, pero también para todo aquel que desee disfrutar de la experiencia. Abre fines de semana y feriados. Sarmiento 151, CABA.