Cecilia Bengolea (1979) es una artista, bailarina y coreógrafa experimental argentina residente en Paris. En su primera muestra individual en Buenos Aires presenta videos producidos desde el 2014 hasta hoy—dos de ellos realizados en colaboración con Craig Black Eagle, bailarín de la escena del Dancehall jamaiquino—, así como dibujos, esculturas en cerámica y collages lenticulares.

Bengolea se interesa en el arte en movimiento como la coreografia y el video. Ha tomado inspiración de danzas rituales y tradiciones de movimiento de geografías periféricas. Su trabajo es una reflexión sobre los intercambios energéticos fluidos entre cuerpo y entorno. Utiliza la danza como herramienta y medio para la empatía radical y el intercambio emocional. Infundidas con las energías simbólicas que se encuentran dentro de la naturaleza y en las relaciones interpersonales, sus obras se forman en torno a ideas del cuerpo — tanto individual como colectivo—. Bengolea percibe el movimiento como escultura animada donde ella misma es a la vez objeto y sujeto en su propio trabajo; en su práctica, danza y escultura son un continuo. La curadora española Chus Martínez ha escrito: “Cecilia Bengolea crea un cuerpo danzante que casi parece una máquina programada para revelarnos la suavidad de un universo que quiere hablarnos a través de un flujo dinámico de fuerzas…un cuerpo que activa los sentidos para descubrir un parecido inédito entre todas las bestias. En su baile, la artista se convierte en un monstruoso y maravilloso híbrido capaz de conectar con todo lo que la rodea, con ella y con nosotros…una energía que puede tomar cualquier forma…

¿Alguna vez has pensado en cómo la performance nos ayuda a reflexionar sobre la identidad? La identidad no tiene nada que ver con el realismo. Nuestros cuerpos no están destinados a dar una forma inconfundible o inmutable a quiénes somos. El cuerpo en movimiento, la exploración profunda de las energías que permiten al cuerpo permanecer en la danza, es una afirmación de su no objetividad. Al movernos descubrimos que el poder no reside en ninguna representación o identificación realista. El poder reside en cómo la energía revela el ser milagroso. Milagroso se utiliza aquí no para transmitir un sentido religioso, sino inesperado. Lo milagroso nombra el descubrimiento del vínculo gozoso entre las especies, entre los millones de posibilidades de inventar un cuerpo, una manera de estar en el mundo, una relación fecunda con la diversidad.”

Sus obras poseen capas de referencias y significados y se construyen desde una óptica influenciada por el filósofo Baruj Spinoza, acerca de componer con el otro, un otro que puede ser humano o puede ser la energía de una tormenta y del agua. La metáfora de lo líquido es central en su abordaje ya que es lo que permite constante evolución y transformación. La tecnología de fotografía lenticular le sirve para encarnar estas ideas. Sus videos digitales reflejan esta fluidez entre cuerpo humano y otras especies, o entornos industriales.

En esta exhibición, Bengolea, afectada por las diversas crisis que sacuden el planeta —el cambio climático, las guerras actuales, los sistemas donde la pobreza se multiplica— se pregunta cómo vivir en las ruinas. “Será posiblle bailar en las ruinas y transformar la energía colectiva? Es lo que intento en mi trabajo de danza antropológica y de videos coreográficos, deseando una expansión de conciencias y relaciones. El baile con una función de translacion social.” Cecilia Bengolea ha exhibido sus obras ampliamente, en el Museo Guggenheim Bilbao 2021, 2022; la Bienal de Gwagnju, Corea 2014 —donde obtuvo un premio—y 2022; La Bourse de Commerce – Pinault Collection, 2021; MUDAM Luxembourg 2022, 2023; comisión Art Basel Messe Platz 2021; Highline Art Program, New York, 2020; Dhaka Art Summit 2018; Dia Art Foundation, Beacon, New York 2017; ICA, London, 2017; Bienal de San Pablo 2016; entre otras instituciones. Ha sido coreógrafa invitada en el Ballet de la Opera de Lyon, la Opera de Nancy y la compañía de Pina Bausch, Tanztheater Wuppertal. Colaboró en videos con el artista Jeremy Deller y con Dominique Gonzalez Forster en performance, así como con Craig Black Eagle, Bombom DHQ, Damion BG y otros participantes del Dancehall en Jamaica.